El Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) es un trastorno complejo conocido por la fatiga severa que no mejora con el reposo en cama. Muchos sistemas corporales se ven afectados por esta enfermedad, que puede empeorar con la actividad física o mental. No hay ninguna causa conocida ni cura para las víctimas, por lo que es difícil generar un diagnóstico adecuado.
Síntomas
Los síntomas incluyen: fatiga severa, debilidad, dolor muscular, deterioro de la concentración cognitiva o de la memoria, insomnio, todo lo cual puede llevar a una participación menos que adecuada en las actividades diarias. Estos síntomas pueden prolongarse durante muchos años si no se sigue un plan de tratamiento. Se desconoce la causa, pero los profesionales consideran que estos son los posibles desencadenantes: infecciones, disfunciones del sistema inmunitario, presión arterial peligrosamente baja, deficiencia nutricional y ansiedad.
Como no hay ninguna causa conocida, no hay ninguna forma de definir realmente la enfermedad. Los médicos tienen entonces que pensar en una definición de caso, que es la siguiente: fatiga crónica severa durante al menos seis meses no debida al esfuerzo, la fatiga interfiere con las actividades diarias, y al menos cuatro de estos ocho síntomas: malestar después del esfuerzo durante al menos 24 horas, sueño no reparador, deterioro significativo de la memoria a corto plazo, tensión muscular, dolor en las articulaciones sin hinchazón, dolores de cabeza, sensibilidad en los ganglios linfáticos del cuello/la axila, y, dolor de garganta.
¿Lo sabías?
No hay absolutamente ninguna prueba de sangre o de laboratorio para esta condición y los síntomas son exactamente los mismos para diferentes enfermedades, lo que hace casi imposible para los profesionales médicos pensar en un diagnóstico legítimo de SFC. Antes de determinar que un paciente tiene SFC, primero hay que descartar las demás posibilidades. Una vez que un paciente ha sido finalmente diagnosticado con SFC, un grupo de médicos es el mejor método conocido para tratar los síntomas. Dado que los síntomas difieren de un paciente a otro, algunos expertos coinciden en que la fase de tratamiento debe individualizarse en consecuencia.
Algunos de los problemas conocidos de vivir con SFC incluyen: los síntomas cambian a veces y son impredecibles, hay una disminución de la resistencia que interfiere con las actividades diarias, el rendimiento laboral podría verse afectado por los problemas de memoria/concentración, la falta de libertad y las relaciones también podrían verse afectadas. Al menos con esta conciencia, todos nosotros podemos conocer a alguien que está luchando con estos signos y podemos conseguir una alerta sobre nosotros cuando sobre ese individuo.
Haz esto
Imagínese la falta de calidad en la que este individuo residirá en el día a día. Estos individuos necesitan no sólo atención médica, sino también la compasión de la familia y los amigos para que no se sientan tan culpables de pedir ayuda. Algunos pueden sentir que están llegando a ser una carga para los demás, lo que puede ser la razón por la que no se acercan y solicitan apoyo. Ayudemos a los que lo necesitan sólo porque es lo ideal.