El timo está situado en la parte superior del tórax, entre los pulmones. La glándula es mucho más activa durante la infancia y, en consecuencia, su tamaño es mayor en los niños. A medida que el individuo envejece, el tamaño de la glándula se reduce.
Sistema inmunitario
Esta pequeña glándula desempeña un papel sustancial en la producción de linfocitos, que son células del sistema inmunitario que matan y destruyen patógenos invasores y partículas extrañas del organismo. Por lo tanto, cualquier dificultad asociada a la glándula del timo puede afectar negativamente al sistema inmunitario. En ocasiones, la glándula puede estar ausente al nacer o puede estar poco desarrollada.
Esto ocurre debido al síndrome de DiGeorge, en el que el individuo afectado no tiene el cromosoma veintidós. Es importante recordar que si falta este cromosoma, todos los componentes asociados a él estarán poco desarrollados o faltarán. La ausencia o el uso de una glándula timo poco desarrollada contribuye a un sistema inmunitario deficiente y hace que el individuo sea más vulnerable a infecciones y enfermedades.
Inmunodeficiencia
Otro trastorno relacionado con la glándula del timo es la Inmunodeficiencia Combinada Severa. Se trata de un trastorno genético que provoca la debilidad del sistema inmunitario. Básicamente, cuando alguien padece esta enfermedad genética, la glándula se atrofia debido a la falta de existencia de células inmunitarias. Cuando a un hombre se le diagnostica este trastorno, debe tomar antibióticos con regularidad para mejorar el funcionamiento del sistema inmunitario.
El timoma es la presencia de un tumor en el timo. Este tumor es benigno, pero causa estragos en el funcionamiento de la glándula. Esta enfermedad es más frecuente en personas mayores de 40 años. Algunas personas pueden no presentar signos de timoma, mientras que otras pueden quejarse de dolor en el pecho, fiebre, fatiga, problemas respiratorios, sibilancias y sudores nocturnos. El timo también puede verse afectado por el cáncer.
Nota final
Cuando se desarrolla un tumor en la glándula, puede extenderse a las células vecinas y convertirse en una amenaza para la vida. Por lo tanto, si se encuentran tumores cancerosos en el timo, se extirpan quirúrgicamente. Se ha observado que cualquier enfermedad del timo no presenta síntomas en las primeras fases. Sin embargo, a medida que la enfermedad progresa, suelen aparecer los síntomas. Algunos de los síntomas comunes asociados con las dolencias hormonales incluyen pérdida de peso, dolor en el pecho, fiebre, problemas al respirar, sibilancias, tos y sudores nocturnos. Además, la inmunidad de la persona disminuye, haciéndola más susceptible a las infecciones. La medida terapéutica adoptada varía en función del trastorno.